Hace tiempo que la receta del pastel de queso japones está por todas partes. No me llamaba demasiado la atención, hasta que mi hija me mandó un video en el que se ve detalladamente su elaboración. Siento que ella no haya estado aquí para probarlo porque es un pastel delicioso, ligero y esponjoso, una auténtica nube de algodón.
Ingredientes para un pastel de queso japonés para seis personas
- 160 g de queso crema
- 30 g de mantequilla
- 65 ml de leche
- 4 huevos
- 45 g de harina
- 15 g de maizena
- 85 g de azúcar
- 1 cucharada de zumo de limón
- ¼ de cucharadita de crémor tártaro
Preparar un molde de 18 cm de diámetro, cubrir el fondo y las paredes con papel vegetal.
Poner el queso, la mantequilla y la leche en un recipiente a baño maría, remover con unas varillas hasta que se deshaga.
Añadir las yemas y la mitad del azúcar y mezclar bien. Tamizar juntas la harina y la maizena y echar sobre el queso en varias veces, mezclar hasta que quede homogéneo.
Montar las claras a punto de nieve con el el crémor tártaro, el zumo de limón y el resto de azúcar.
Incorporar el merengue en tres veces suavemente sin batir, con movimientos envolventes, para que no se bajen las claras.
Echar la masa en el molde preparado, alisar la superficie y golpear un poco sobre la mesa para eliminar las burbujas grandes de aire.
Poner el molde sobre un recipiente en el que quepa bien, lleno con dos dedos de agua caliente.
Cocer el el horno precalentado a 160º con calor sólo por abajo durante 45 o 50 minutos hasta que se dore suavemente la superficie.
Apagar el horno y dejar durante una hora más.
Desmoldar dándole la vuelta, quitar con cuidado las tiras de papel de los laterales y el círculo del fondo. Poner en el plato de servir.
El molde para el pastel de queso japonés debe tener las paredes rectas y altas. El que yo he utilizado se abre hacia arriba y resulta un pastel un poco cabezón.