La tarta de manzana y cerezas es crujiente por fuera y jugosa por dentro. El relleno después del horneado resulta una especie de compota en la que se funden las dos frutas que contiene. La manzana aporta acidez rebajando la dulzura de la mermelada de cerezas.
Ingredientes para una tarta de manzana y cerezas de 26 cm de diámetro
Masa
- 340 de harina
- 170 g de mantequilla
- 15 g de azúcar
- ½ cucharadita de levadura
- 1 huevo
- 1 vasito de agua
Poner en un cuenco el azúcar, la harina y la levadura, añadir la mantequilla fría en trozos. Mezclar hasta que parezcan migas. Echar el huevo y a continuación el agua fría en tres veces, amasar ligeramente hasta que se forme una bola.
Dejar en frío por lo menos durante media hora, mejor toda la noche. Dividir la masa en dos partes desiguales, estirar entre dos hojas de papel vegetal, forrar un molde desmontable con la parte mayor. Conservar en frío mientras se prepara el relleno.
Relleno
- 2 manzanas
- 1 bote de mermelada de cerezas
- 1 cucharada de harina de maíz
- ½ limón
Pelar y cortar las manzanas en láminas finas, rociar con zumo de limón para que no se oxiden.
Calentar la mermelada con el zumo de limón, dejar que hierva unos minutos.
Montaje
Colocar la mitad de las manzanas sobre la masa en círculos concéntricos. Untar con la mitad de la mermelada de cerezas, espolvorear con la harina de maíz, cubrir con el resto de manzanas y terminar con la mermelada.
Estirar la otra parte de la masa hasta un grosor de 3 mm, recortar un círculo del tamaño del molde. Hacer varios agujeros con un cortapastas, he utilizado uno con forma de cerezas que me han regalado, gracias Henar.
Tapar la tarta apretando para sellar los bordes, se pega mejor si se humedece antes la masa ligeramente con agua.
Cocer en el horno precalentado a 200º durante 30 minutos con calor sólo por abajo y 10 minutos más arriba y abajo a 180º.
Dejar enfriar y desmoldar, pasar al plato de servir y espolvorear con azúcar glas.