Cuando estuvimos visitando a mi hijo en Suiza, nos llevó a conocer la selva negra, él vive y trabaja cerca de la frontera con Alemania, tanto es así, que algunos de sus compañeros viven allí. La vida en Alemania es mucho más barata que en Suiza y les compensa.
Paramos a comer en un restaurante y de postre, como no, pedí tarta selva negra para probarla. Nos extrañó que trajeran una copa y al preguntar, nos contestaron que allí la servían así.
Me pareció buena idea y la tenía en espera, por eso, el postre que les preparé a mis hermanos la última vez que comieron en casa fue selva negra en copa. Yo suprimí el alcohol porque había niños pero la que yo probé llevaba una buena cantidad de aguardiente de cereza.
Ingredientes
2 huevos
60 g azúcar
Golpear el molde ligeramente sobre la mesa para que se iguale la superficie y cocer en el horno precalentado a 180º durante 15 a 20 minutos. Esperar un momento, desmoldar y dejar enfriar sobre una rejilla.
Mermelada de cereza
400 ml de nata para montar
2 cucharadas de azúcar
Chocolate rallado
Cerezas, una por copa
Batir la nata muy fría con el azúcar, llenar una manga pastelera con boquilla rizada y reservar en la nevera.
Montaje
Poner una cucharada de mermelada en el fondo de cada copa, cubrir con un bizcocho y encima un montoncito de nata, repartir el chocolate rallado, terminar con un rosetón de nata y una cereza.
Con estas cantidades salen 10 o 12 copas, según su tamaño.
La mermelada que he utilizado es de picotas del Valle del Jerte, tiene cerezas enteras y de ahí saqué las del adorno. Me las mandó mi hijo en un paquete junto con otras cosas, cuando estuvo de visita en Cáceres durante el puente de mayo.