El domingo hice pan como cada semana, esta vez mezclé los tres restos de harinas que tenía en casa para gastarlos. La harina de espelta es la que le da ese color morenito tan apetitoso. Aparté un poco de masa y preparé cuatro bollitos, el resto lo puse en un molde rectangular, como siempre, para tomarlo en los desayunos.
Ingredientes
200 g de harina integral
250 g de harina de fuerza
200 g de harina de espelta
350 ml de agua templada
2 cucharadas de aceite de oliva
25 g de levadura fresca.
10 g de azúcar
10 g de sal
Desmenuzar la levadura en un poco de agua templada con el azúcar y esperar hasta que esponje. Mientras poner los tres tipos de harina en un cuenco, echar la mezcla de levadura en el centro, hacer una masa blanda con la harina de los bordes y dejar reposar unos quince minutos, añadir el resto de los ingredientes y amasar. Dejar reposar 10 minutos y amasar de nuevo, repetir al cabo de otros diez minutos.
Dejar en sitio templado hasta que doble el volumen. Amasar ligeramente y dividir la masa en trozos de unos 90 g, formar bolas, ponerlas en un molde ligeramente enharinado y hacer dos cortes profundos en forma de cruz con unas tijeras, más o menos como en la foto. Salen una docena más o menos, aunque yo preparé sólo cuatro y un pan de molde con la mayor parte de la masa.
Qué pinta más rica, esos piquitos te invitan a partirlos con las manos. Ñam, ñam