El cheesecake crumble es una tarta de queso cubierta con migas de la misma masa que forma la base. Esta receta está basada en el pastel de queso alemán de Simone Ortega, añadiendo especias para aromatizar la masa quebrada.
Ingredientes para un Cheesecake crumble de 21 cm de diámetro
Masa quebrada
- 200 g de harina
- 80 g de mantequilla
- 1 yema
- 1 vasito de agua fría
- 1 cucharada de azúcar
- ½ cucharadita de levadura
- 1 cucharadita de all spices
Poner en un cuenco el azúcar, la levadura, la cucharadita de all spices y la harina, añadir la mantequilla fría en trozos. Mezclar hasta que parezcan migas. Echar la yema y a continuación el agua fría en tres veces, amasar ligeramente hasta que se forme una bola.
Dejar en frío durante media hora. Estirar entre dos hojas de papel vegetal y forrar la base de un molde de 21 cm de diámetro. Conservar en frío mientras se prepara el relleno.
Relleno
- 250 g de queso crema
- 100 ml de nata
- 100 g de azúcar
- 3 huevos
Montar las claras con la mitad del azúcar. Mezclar las yemas con el queso y pasar por un tamiz para eliminar los grumos, añadir el azúcar y la nata.
Incorporar las claras montadas poco a poco, con movimientos envolventes.
Pinchar todo el fondo de la tarta para que no se infle al cocer. Rellenar con la mezcla de queso.
Cocer en el horno precalentado a 180º con calor sólo por abajo durante una hora. En el caso de que no se dorara, encender también por arriba unos minutos.
Crumble
Mientras tanto, estirar los recortes de masa y cortar en pedacitos, cocer hasta que se doren.
Acabado
Esperar a que se enfríe el cheescake, desmoldar y pasar al plato de servir.
Desmenuzar los trozos de masa que hayan quedado más grandes y decorar el cheescake, repartiéndolos por encima.