Hemos probado los crumpets en nuestra última visita a Gales, son unos bollos de levadura con muchos agujeros en la cara superior. Allí es muy frecuente tomarlos en el desayuno con mantequilla y mermelada, lo habitual es comprarlos hechos y calentarlos en el momento.
Aunque los mejores son los preparados en casa y comerlos calientes, recién salidos de la sartén, la mantequilla se derrite y penetra por los agujeros.
He utilizado la receta de Jamie Oliver con la mitad de cantidades y una pequeña variación en el método.
Ingredientes para 6 a 8 crumpets según tamaño
- 150 ml de leche
- 1,5 cucharaditas de levadura seca
- ½ cucharadita de azúcar
- 150 g de harina de fuerza
- ½ cucharadita de sal
- 50 ml de agua
- ¼ de cucharadita de bicarbonato sódico
Mezclar la levadura con el azúcar y la mitad de la leche, dejar unos minutos, mientras tamizar la harina con la sal.
Hacer un hueco en el centro de la harina y echar la levadura y la leche, mezclar bien con unas varillas. Tapar y dejar subir una hora a temperatura ambiente.
Disolver el bicarbonato en los 50 ml de agua y añadir a la masa.
Engrasar una sartén de fondo grueso con aceite y poner al fuego, engrasar también unos aros metálicos y poner en la sartén.
Cuando esté caliente echar la masa dentro de los aros con una cuchara de helado hasta una altura de unos 2 cm.
Cuando empiecen a salir burbujas , sacar el aro, dar la vuelta a los crumpets y dejar un minuto más.
Limpiar y engrasar de nuevo los aros y repetir la operación hasta que se termine la masa.
Es muy importante engrasar bien los aros para que se desprenda fácilmente la masa.
Servir en caliente con mantequilla y mermelada o miel, en mi caso mermelada de ciruelas casera.