A mi padre, que era muy dulcero, le gustaban muchísimo las flores. Hace unos días, mi hermana recordaba como le acompañaba a comprarlas en diferentes sitios para comprobar cuales eran las mejores.
Yo las preparaba muchas veces para él, pero desde entonces no las había vuelto a hacer.
Esta Semana Santa nos han visitado dos de mis tías que viven en Madrid y he aprovechado la ocasión para que las prueben.
Se necesita un molde metálico especial para flores
Ingredientes
- 6 huevos
- 120 ml de leche
- 250 g de harina
- Aceite para freír
Batir los huevos con una parte de la leche, añadir la harina mezclando bien y después el resto de leche poco a poco hasta conseguir una crema espesa y sin grumos.
Echar la pasta en un recipiente hondo y estrecho donde quepa el molde de flor, dejar reposar media hora.
Calentar el aceite en una sartén honda, cuando esté bien caliente sumergir el molde en el aceite, sacar e introducirlo en la pasta, pasar a la sartén inmediatamente, se despegará fácilmente, cuando esté dorado por un lado dar la vuelta. Sacar y escurrir sobre papel absorbente. Repetir la operación hasta terminar la pasta.
La receta de las flores, que era de una hermana de mi padre, la tenía mi madre apuntada en su cuaderno.
¡Que bonitas son!, aquí en Canarias no se ven mucho y yo nunca las he probado, aunque mirando los ingredientes lo más que me llama la atención es que la masa no lleve nada de azúcar. Habrá que probarlas, aunque sin el molde ese tan chulo no tendrán gracia ninguna. Saludos.