La inspiración para estas galletas de caramelo salado, fue un paquete que me trajo mi hermana, la última vez que visitó a su hija en Versalles.
En Francia esta crema es muy popular y la utilizan tanto sola como ingrediente de muchas preparaciones. Mi sobrina me trajo en una ocasión un frasco que probé en la crema de caramelo con lenguas de gato.
La receta que he utilizado está basada en la lista de ingredientes del paquete.
Ingredientes para 50 galletas de caramelo salado
Crema de caramelo salado
- 100 g de azúcar
- 100 ml de nata
- 30 g de mantequilla
- ¼ cucharadita de sal
Poner el azúcar en un cazo de fondo grueso y hacer un caramelo oscuro sin que llegue a quemarse. Mientras calentar la nata, apartar el cazo del fuego y añadir la nata caliente poco a poco removiendo continuamente y con cuidado porque puede salpicar, añadir la mantequilla y poner de nuevo al fuego, hasta que la mezcla sea homogénea. Añadir la sal, guardar en un frasco de cristal y conservar en el frigorífico.
Masa de galletas
- 200 g de harina
- 100 azúcar
- 100 mantequilla
- 50 g de crema de caramelo salado
- 1 yema
- 1/2 vaina de vainilla
- ¼ cucharadita de levadura
- ⅛ cucharadita de sal
Batir el azúcar con la mantequilla blanda, añadir el caramelo, las semillas de la vaina de vainilla y la yema, seguir batiendo hasta conseguir una mezcla homogénea.
Tamizar la harina con la levadura y añadir a la mezcla anterior. Amasar hasta que se forme una bola.
Hacer bolitas de unos 10 g cada una, poner separadas en una bandeja de horno forrada de papel vegetal. Aplastar las bolitas para que queden de 4 o 5 mm de grosor.
Poner a enfriar mientras se calienta el horno a 180º.
Cocer en el horno caliente con calor arriba y abajo durante 12 o 15 minutos hasta que estén doradas.
Antes de separarlas de la bandeja del horno se dejar enfriar unos minutos para que no se rompan. Después se pasan a una rejilla para que se enfríen completamente. Una vez frías, conservar en un recipiente hermético.