Para preparar estas galletas de coco, me he basado en los ingredientes que aparecen en los paquetes de las galletas Chiquilín. He respetado las proporciones en general y he puesto leche y huevo fresco.
El diseño del sello de cerámica, está inspirado en el relieve de las galletas y lo hice con la idea de preparar esta receta.
Ingredientes para 18 galletas de coco
- 120 g de harina
- 45 g de mantequilla
- 45 g de azúcar
- 15 g de almidón
- 15 g de coco rallado
- 1 yema
- 10 g de miel
- 1 cucharada de leche
- ¼ cucharadita de levadura
- 1 pizca de sal
En primer lugar, mezclar la harina con el almidón, la sal, la levadura y el coco rallado.
Batir la mantequilla blanda con el azúcar, añadir la miel y la yema, seguir batiendo hasta que quede una crema homogénea.
Incorporar la mezcla de harina y amasar hasta que se forme una bola. Como la masa quedará un poco seca, se añade la cucharada de leche y si es necesario otra más.
Extender con el rodillo entre dos hojas de papel vegetal, ligeramente espolvoreadas de harina. Dejar de un grosor de 4 o 5 mm.
Poner sobre una bandeja cubierta de papel vegetal y enfriar un par de horas o toda la noche.
Pintar el sello con un pincel ligeramente mojado en aceite de girasol, cada tres o cuatro galletas hay que repetir la operación.
Marcar la masa apretando firmemente con el sello procurando que quede uniforme, recortar las galletas con el cortador adecuado. Pasar a una bandeja de horno cubierta con papel vegetal. Con los recortes de la masa he preparado unas bolas de galleta.
Cocer con aire en el horno precalentado a 170º durante unos 10 minutos, vigilando para que no se quemen. Dejar enfriar antes de tocarlas porque son muy frágiles, despegarlas del papel.
Resultan unas galletas crujientes con un suave sabor a coco, deliciosas con un vaso de leche.