Improvisé estas galletas de yema y limón cuando supe una mañana que iba a tener una visita esa misma tarde.
Elegí esta receta porque es fácil y rápida de preparar, no hay que extender la masa ni usar cortadores. Sólo hay que esperar a que la mantequilla se ablande y que las galletas se enfríe antes de cocerlas.
Son unas galletas muy crujientes con un ligero sabor a limón, este sabor se puede acentuar añadiendo la piel de medio limón rallada.
Ingredientes para 36 galletas de yema y limón
- 100 g de harina de repostería
- 75 g de mantequilla
- 60 g de azúcar
- 1 yema
- 1 cucharada de zumo de limón
En primer lugar, sacar la mantequilla del frigorífico para que se ablande, con más o menos anticipación según la temperatura de la cocina.
Batir la mantequilla blanda con el azúcar, añadir la yema y el zumo de limón, a continuación incorporar la harina. Amasar hasta que se forme una bola. La masa queda un poco blanda pero no se debe poner más harina para que sea manejable.
Llenar la churrera con esta masa en tandas, apretando bien, procurando que no queden burbujas de aire. Colocar la boquilla elegida, poner la churrera en vertical directamente sobre una bandeja de horno cubierta con papel vegetal. Apretar el gatillo y a continuación, levantar la churrera con un movimiento rápido, repetir la operación hasta terminar toda la masa.
Enfriar en el frigorífico por lo menos durante media hora.
Cocer en el horno precalentado a 180º durante 15 minutos, hasta que se doren un poco.
Poner a enfriar en una rejilla con el mismo papel en que se han cocido. No despegar antes de que se enfríen completamente porque son muy frágiles.
Guardar en un recipiente hermético, se conservan perfectamente crujientes durante más de una semana.