Este pan queda muy resultón para regalar, para sorprender a los invitados o para desayunar un día de fiesta. La receta, con harina integral, es la misma que hago los domingos para desayunar durante la semana.
Para la decoración, se necesita un rodillo de hacer rejilla como el que se ve en la foto, pero también se pueden hacer los cortes a mano con un cuchillo afilado. Yo los he hecho alguna vez en empanadillas, antes de tener el rodillo, es más lento desde luego pero queda bien.
Ingredientes
- 300 g de harina integral
- 550 g de harina de fuerza
- 500 ml de agua templada
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 25 g de levadura fresca.
- 1 cucharada de azúcar invertido
- 14 g de sal
- Semillas de calabaza
- Semillas de lino
Desmenuzar la levadura en un poco de agua templada con el azúcar y esperar hasta que esponje. Mientras poner los dos tipos de harina en un cuenco, echar la mezcla de levadura en el centro, hacer una masa blanda con la harina de los bordes y dejar reposar unos quince minutos, añadir el resto de los ingredientes y amasar. Dejar reposar 10 minutos y amasar de nuevo, repetir al cabo de otros diez minutos.
Dejar en sitio templado hasta que doble el volumen. Amasar ligeramente, apartar unos 100 g y dividir el resto en dos partes. Aplastar con las manos. repartir las semillas y enrollar en forma de cilindro. poner en un molde ligeramente enharinado. Estirar los 100 g de masa, hasta que quede muy fina. Pasar el rodillo de hacer rejilla apretando bien para que corte la masa. Colocar encima del pan cubriéndolo bien, tapar con un paño limpio y dejar subir hasta doblar el volumen. Repetir con la otra mitad de masa. Cocer en el horno precalentado a 220º durante 35 minutos.
Desmoldar los panes y ponerlos a enfriar sobre una rejilla para que no se humedezcan.