Este pastel de requesón con cubierta de miel lo he preparado recordando el postre de requesón con miel que nos daba mi madre. Resulta una combinación estupenda, sobre todo si se deja el pastel poco dulce para que contraste con la miel.
Ingredientes para un pastel de requesón con cubierta de miel
- 400 g de requesón
- 150 ml de nata
- 200 g de azúcar
- 5 huevos
- 20 g de harina de trigo
- 20 g de harina de maíz
Montar las claras con la mitad del azúcar. Tamizar juntas las dos harinas. Mezclar el azúcar restante con el requesón, añadir las yemas, las harinas y la nata.
Incorporar las claras montadas poco a poco, con movimientos envolventes.
Forrar con papel vegetal la base y los laterales de un molde desmontable de 25 cm de diámetro. Rellenar con la mezcla de queso.
Cocer en el horno precalentado a 180º con calor sólo por abajo durante una hora. En el caso de que no se dorara, encender también por arriba unos minutos. Pinchar en el centro para comprobar si está hecho.
Esperar a que se enfríe, quitar el aro del molde y despegar el papel con cuidado, volcar sobre una rejilla y despegar también el papel del fondo. Mantener en frío mientras se prepara la cubierta.
Cubierta
- 4 hojas de gelatina
- 60 ml de agua
- 120 g de miel de naranjo
- 50 ml de nata
- 2 gotas de agua de azahar
Poner en remojo la gelatina en 60 ml de agua fría durante media hora. Calentar la miel en un cazo pequeño hasta que empiece a hervir, apartar del fuego y añadir las gotas de agua de azahar y la nata. Por último la gelatina con su agua, remover hasta que la gelatina se funda.
Esperar que se temple, la temperatura debe bajar a 31º y bañar la tarta que estará muy fría, incluso congelada.
Poner un plato debajo de la rejilla para recoger el liquido sobrante. Pasar al plato de servir y decorar con unas galletas de naranja.