Los rectángulos de manzana son unos pasteles muy fáciles y rápidos de preparar, con un resultado estupendo. Sobre una base fina de masa quebrada, una sencilla capa de gajos de manzana cubierta de azúcar, nada más.
En menos de una hora pueden estar listos estos rectángulos de manzana y si se compra la masa quebrada, lo estarán en la mitad de tiempo.
Ingredientes para una docena de rectángulos de manzana
Masa quebrada
- 180 g de harina
- 80 g de mantequilla
- 1 cucharada de azúcar
- 1 pizca de sal
- 1 cucharada de aceite de girasol
- 1 yema de huevo
- 1 vasito de agua fría
Poner en un cuenco el azúcar, la sal y la harina, añadir la mantequilla fría en trozos. Mezclar con ayuda de un cuchillo o una rasqueta hasta que parezcan migas (no usar las manos para no calentar la masa). Echar la yema con el aceite y a continuación el agua fría en tres veces (puede que no haga falta toda), amasar ligeramente hasta que se forme una bola.
Estirar la masa con un rodillo entre dos hojas de papel vegetal, hasta conseguir un espesor de 3 o 4 milímetros, recortar dos rectángulos. Conservar en frío mientras se prepara el relleno.
Relleno
- 1 manzana golden
- 2 cucharadas de azúcar
Pelar y cortar la manzana en gajos finos. Colocar sobre los rectángulos de masa quebrada, superponiéndolos ligeramente. Espolvorear con el azúcar.
Precalentar el horno a 180º con calor arriba y abajo. Cocer durante unos 20 minutos, hasta que se dore la masa.
Poner a enfriar sobre una rejilla, una vez fríos, cortar en rectángulos con un cuchillo de sierra y pasar al plato de servir.
Se pueden tomar como postre tal cual o acompañados de una bola de helado.
Los rectángulos de manzana, combinan muy bien con una taza de té, muy reconfortante en estos primeros fríos.