El día de Navidad, mi hermana nos invitó a todos a comer a su casa, nos reunimos veinticinco personas, había cuatro niños pequeños y pensé en una tarta de Navidad infantil, blanca, con nieve, renos y esquimales. Y grande.
La base es un brownie de veintiocho centímetro de diámetro y el iglú un bizcocho de limón, todo cubierto de merengue suizo y decorado con galletas de mantequilla.
Ingredientes
Brownie
Bizcocho de limón
120 g de azúcar
40 g de mantequilla
1/4 de taza de aceite de girasol
2 huevos medianos y una yema
40 ml de zumo de limón
1/2 cucharadita de levadura
Fundir la mantequilla y mezclar con el azúcar sin batir, añadir los huevos, después la harina tamizada con la levadura y por último el zumo de limón colado. Poner en un molde semiesférico y cocer en el horno precalentado a 180º durante unos 30 minutos, pinchar con una aguja para ver si está hecho.
Merengue suizo
4 claras de huevo
200 g de azúcar
Se ponen las claras al baño maría con el azúcar, se mezcla bien y después se baten hasta que se montan, se apartan del calor y se sigue batiendo hasta que estén templadas.
Montaje
Se coloca el brownie en el plato de servir y se cubre con merengue dejando un acabado desigual.
Se corta una puerta del bizcocho de limón colocándola un poquito hacia afuera, se pone sobre el brownie y se cubre con merengue.
Por último se decora con galletas de esquimales y renos. Los pingüinos son unas gominolas que compré hace tiempo porque me parecieron muy graciosos, los tenía guardados esperando la ocasión de utilizarlos.
Temía que el merengue con brownie fuera demasiado dulce pero les gustó la combinación y está comprobado que el bizcocho de limón va muy bien con el merengue.