220 g de harina de espelta
120 g de margarina vegetal
1 huevo
1 cucharada de aceite de girasol
1 pizca de sal
Se pone la harina en una ensaladera, se espolvorea con la sal y se añade la margarina blanda en trocitos. Se mezcla hasta que parezca serrín, se añade el huevo y el aceite, formar una bola y dejar tapada en sitio fresco media hora. Extender con un rodillo y forrar un molde desmontable. Pinchar el fondo con un tenedor y conservar en frío mientra se hace el relleno.
Relleno
1 paquete de orejones de albaricoque
50 g de pasas
125 almendras molidas
25 g de Maizena
200 ml de nata de arroz
3 huevos
16 sobres de edulcorante de stevia de Mercadona (Según el paquete equivalen a 180 g de azúcar)
1 cucharadita de allspice
Colocar los oejones cubriendo todo el fondo de la tartaleta, repartir las pasas rellenando los huecos.
Tamizar juntas la almendra y la Maizena con la cucharadita de allspice. Batir los huevos con el edulcorante y añadir los ingredientes secos mezclando bien.
Echar el batido lentamente por encima de la fruta para no desplazarla, procurando que no queden burbujas de aire y hornear a 180º durante unos 30 minutos, pinchar el centro con una aguja para ver si está hecho. Si la aguja sale manchada, dejar unos minutos más.
Con los recortes de la masa se hacen unas galletas de adorno, se barnizan con huevo y se cuecen a 180º unos 10 minutos o hasta que estén bien doradas. Cuando estén frías, se colocan sobre la tarta.
El resultado es una tarta poco dulce, con la base crujiente y el relleno jugoso, gustó a los mayores, a los niños, no. Era de esperar, no se veía el chocolate por ninguna parte.