Las tartaletas de cerezas frescas son ligeras y crujientes, poco dulces, con un relleno muy jugoso. Son una versión individual de la famosa cherry pie americana.
Hace poco preparé otras con cubierta de merengue suizo, muy ricas también pero más dulces y contundentes.
Ingredientes para 12 tartaletas de cerezas frescas
- 250 g de harina
- 100 g de mantequilla
- 2 yemas
- 15 g de azúcar
- 1 vasito de agua fría
- 1 cucharadita de levadura
Poner la harina en una ensaladera, espolvorear con el azúcar, añadir la mantequilla muy fría en trocitos. Mezclar hasta que parezca serrín, añadir las yemas y el agua en tres veces, formar una bola y dejar tapada en sitio fresco. Extender con el rodillo hasta un grosor de 3 o 4 mm y recortar círculos con un cortapastas dentado. Forrar los moldes de tartaletas adaptando bien la masa a las paredes.
Conservar en frío mientras se prepara el relleno.
Para 12 tartaletas se necesita la mitad de la masa, con la otra mitad hacer galletas con un cortador en forma de cerezas. Poner con cuidad de que no se deformen en una bandeja de horno forrada de papel vegetal.
Cocer las galletas en el horno precalentado a 180º unos 10 minutos, vigilando porque se queman enseguida.
Relleno
- 500 g de cerezas
- 1 cucharada de azúcar
- 1 cucharada de harina de maíz
En primer lugar, deshuesar las cerezas y poner en un cuenco amplio, añadir el azúcar y la harina de maíz, mezclando bien.
Poner tres cerezas en cada tartaleta apretando bien. Cocer en el horno precalentado a 180º con calor sólo por abajo durante 40 minutos, hasta que se vea el borde dorado.
Al sacar del horno girar suavemente las tartaletas para que se despeguen del molde pero no desmoldar hasta que estén templadas.
Dejar que se terminen de enfriar en una rejilla.
Acabado
- 12 galletas en forma de cerezas
Poner las tartaletas de cerezas en el plato de servir y colocar una galleta en cada una.